Si tuviese que crear una metáfora visual sobre los tiempos en los que nos encontramos creo que dibujaría un campo raso por el que se desplazan numerosos tornados. A través de los cuales, muchos de nosotros corremos tratando de que no quedar atrapados en uno de ellos, mientras que, otros se quedan paralizados sin poder moverse, o bien, piensan en abstraerse y desaparecer de ese ambiente.

Y dentro de este caos, sólo unos pocos son capaces de mirar lo que ocurre, y permanecer tranquilos y optimistas, intentando ver si pueden sacar algo bueno de lo acontecido.

¿Qué significa esto?

Pues no es otra cosa que las diferentes formas de respuesta que tiene nuestro sistema nervioso. Y la capacidad que cada uno de nosotros como seres humanos tenemos para ver señales de seguridad o señales de amenaza en nuestro entorno, según las experiencias que hayamos vivido.

Unos se preocupan y entran en ansiedad, depresión y otro tipo de afecciones ante diversas situaciones que les conectan con señales de peligro para ellos. Desgastan innecesariamente mucha energía mediante el sufrimiento y la preocupación.

Mientras que, otros se ocupan de lidiar con los acontecimientos según llegan sin dejarse arrastrar, fluyendo con las situaciones hasta que esa circunstancia se va conformando a sus deseos.

Las terapias energéticas, siempre lo digo, no son inmediatas pero te ayudan a navegar a través de los elementos. Unas personas sólo necesitan información mediante unos registros Akáshicos o un acompañamiento emocional y transgeneracional.

Algunas necesitan que la energía vaya trabajando en ellos (Reiki, Metamórfico, Acompañamiento con Flores de Bach…), produciendo cambios paulatinos que los ayuden a tomarse las cosas de otras maneras.

Mientras que otras necesitan un cambio total en sus vidas y terminan aprendiendo estas herramientas para su auto-aplicación diaria, y todo está bien.

Es difícil de aceptar pero según vivas hoy emocionalmente tu presente así será tu futuro. Y nadie queda excluido de esta máxima.

Yo te animo a que emprendas este camino de autoayuda en la forma y manera más adecuada para ti. Al fin y al cabo, es tu vida y tú eres el capitán de la misma.

Es el momento de hacerte responsable de tu futuro. Yo te guiuó en los primeros pasos, el resto debes darlo tú solo.